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Así opinan

ADN de los años maravillosos

Escrito por: Elvira Mieles

“El histórico reencuentro de más de cien mujeres que se dieron cita durante 40 días para plasmar en un mural los recuerdos de infancia y traer a la memoria las épocas vividas durante los años de escolaridad en el colegio La Sagrada Familia de Valledupar, al cual bautizaron como ‘ADN de los años maravillosos’, en el que evocan su anhelo y gratitud de eternizar en un mural cargado de símbolos y recuerdos ese espacio que las vió crecer”.

Todo surgió con una idea, de esas que se lanzan al aire sin saber dónde caerán. ¿El proyecto?: hacer un mural en el colegio La Sagrada Familia de Valledupar, institución en la que reímos, lloramos, aprendimos, construimos valores y amistades para la vida. ¿El lugar?: el coliseo. Ese en el que jugamos, corrimos, disfrutamos, comimos. En el que bailamos y vimos a nuestros maestros bailar. Un espacio cargado de recuerdos que reviven esos años maravillosos que, aunque pasados, siempre estarán en nuestros corazones, ahora con más amor y agradecimiento porque reconocemos que aquí vivimos momentos que forjaron nuestro carácter, que hacen parte de nuestra historia y siempre estarán en cada una de nosotras. Cuando Dios pone las ideas en el corazón y seguimos el camino de su mano, cualquier proyecto sale adelante.

De Izquierda a derecha: Jhon Jairo Torres, Cecilia Baute, Yarime Lobo Baute, Alba Lucia Londoño, Gail Bruges, Amosys Pacheco, Fabiana Gebauer
De Izquierda a derecha: Jhon Jairo Torres, Cecilia Baute, Yarime Lobo Baute, Alba Lucia Londoño, Gail Bruges, Amosys Pacheco, Fabiana Gebauer

¿Cómo lo haríamos? Reunir exalumnas, egresadas y no egresadas, parecía una tarea titánica. Como el amor todo lo puede, el amor todo lo alcanza, empezaron a llegar poco a poco mujeres que al evocar los años escolares revivieron la infancia y la adolescencia que, aunque son un recuerdo, al reunirse con otras que compartieron momentos y vivencias, vuelven a la vida con risas, lágrimas y reconciliación.

De izquierda a derecha: Blasina Aponte, Luisa Oliveros, Gail Bruges, Elfido Lobo, Elizabeth Baute, Yarime Lobo, Martha Fuentes, Marina Martinez, sentada: Elvira Mieles y Piyinguis
De izquierda a derecha: Blasina Aponte, Luisa Oliveros, Gail Bruges, Elfido Lobo, Elizabeth Baute, Yarime Lobo, Martha Fuentes, Marina Martinez, sentada: Elvira Mieles y Piyinguis

ADN los años maravillosos reunió exalumnas de diferentes promociones y fue la oportunidad para reencontrarnos con compañeras y amigas que hacía muchos años no veíamos. La oportunidad, también, de conocer mujeres cuyas historias de vida permitieron que nuestros corazones se unieran por una causa que trascenderá en el tiempo y el espacio porque en el mural están plasmados sueños, recuerdos, agradecimiento, reconciliación y especialmente, mucho amor. Cada uno de los hombres y mujeres que pusieron su corazón en este proyecto, ha sido instrumento de Dios para plasmar, en ese ADN, el conjunto de nuestras vibraciones, de esencias que se convierte en compases que ondulan y dan armonía y conexión a nuestras vidas.

Fueron 40 días de trabajo en los que, a pesar del cansancio, los compromisos laborales, familiares y a pesar de la vida misma, mujeres y hombres tejieron entre todos, dejando en esas paredes su pasión, su amor, su valentía, su vulnerabilidad, sus debilidades, sus fortalezas y la esencia de cada uno; dando como resultado un nuevo ADN compuesto por la visión, las experiencias, los dolores y las alegrías de todos los que pusieron su granito en esta obra. Desde el inicio y hasta el final, cada tarde y cada noche, nuestras almas se encontraban no solo para pintar y pegar mosaicos. Hubo momentos de risas, de dejar salir eso que estaba represado, de soltar eso que cargamos y que con el tiempo y la costumbre se nos olvida que está ahí, pero que hace más pesado el camino por la vida. Este mural ha sido la oportunidad para reconciliarnos, reconocernos y ser compasivas con los demás seres humanos.

El mural fue inaugurado el día de la Raza (12 de Octubre) y la respuesta de la Rectora de está patrimonial institución, hermana Alba Lucia Londoño ante este regalo de más de 100 egresadas fueron las siguientes: “Ustedes son esa carta de recomendación que testimonia ante la sociedad vallenata, colombiana y mundial la excelencia de nuestra institución, por eso hago mía las palabras de San pablo, ustedes mismas son las únicas cartas de representación que identifica a Colsafa. Ustedes han ido forjando la historia gloriosa de nuestro colegio y nos han logrado situarla en los primeros puestos de la educación”.

Gelca Gutierrez, Luisa Oliveros, Gail Bruges, Lina Oliveros, Marina Martinez, Elvira Mieles, Sandra Chinchilla, Fabiana Gebauer, Milena Daza, Martha Fuentes.
Gelca Gutierrez, Luisa Oliveros, Gail Bruges, Lina Oliveros, Marina Martinez, Elvira Mieles, Sandra Chinchilla, Fabiana Gebauer, Milena Daza, Martha Fuentes.

“La calidad de nuestra institución se muestra en lo que son ustedes y en lo que ustedes hacen. Las necesitamos egresadas. Ustedes no son solo parte de la Sagrada Familia, sino parte indispensable de la misma, por esa razón espero que este reencuentro sea una ocasión propicia para revivir, revitalizar y reforzar los vínculos afectivos y efectivos con su colegio y la toma de conciencia de esta nueva realidad”.

Culminó manifestando “Volver al colegio ha de significar para los egresados realimentar el espíritu en el que fueron engendrados, reafirmar valores y abrirse a nuevas posibilidades. Colegio Sagrada Familia es una madre fecunda que vive renovando sus conocimientos y traduciendo nuevas circunstancias, valores, planteando nuevos proyectos y dando nuevos dinamismos, para lo cual necesitamos que ustedes también estén vinculados”.

El mural ‘ADN de los años maravillosos’ es una obra mixta diseñada y dirigida por la egresada Yarime Lobo Baute, arquitecta y artista quien se dio a la tarea de interpretar todos los anhelos del centenar de egresadas mediante talleres virtuales y presenciales que arrojaron como resultado más de 40 elementos que evocan aquellos momentos vividos en ese espacio escolar, está caracterizada por ser una obra trabajada en acrílicos y mosaicos que proyectan mensajes de paz, armonía, inclusión, equidad y hermandad, expresiones que recogen el sentir de las egresadas del Colegio La Sagrada Familia y que se convierten en un eco perenne para todo aquel que tenga la oportunidad de apreciar este magno espacio.

“Nosotras las mujeres somos las llamadas a generar paz y armonía, desde el amor y la amistad podemos construir equidad, todo estuvo dado para lograr simbolizarlo en este mural de 150m2. Fueron 40 días y 40 noches donde nos dimos citas mujeres de todas las edades y promociones. Muchas llegaban cargadas, muchas llegaban tensas y cuando se sumergían en el mundo de la creación constataban que es posible crear sin juicios, los prejuicios se disuelven, entonces creían, la suma de creer les permitía crear y viceversa, esto las aligeraba, salían livianas, relajadas, esperanzadas con luz en sus ojos, todas las cargas se le diluían en cada trazo, en cada pieza que pegaban, día a día pudieron ver con sus propios ojos como se iba forjando esa obra a la que todas coincidimos en llamar (NUESTRO) ADN de los Años Maravillosos” expresó Yarime Lobo Baute.

4 comentarios

  1. Cuantos recuerdos plasmados, gracias Yarime Lobo Baute, tienes un gran talento 👏🏻👏🏻👏🏻
    No me dejes por fuera de los reencuentros y te cuento más sobre Gail jajajajaja 😜👌

  2. Que emoción poder tener la oportunidad de plasmar aquellas épocas. Maravilloso trabajo Yari, las felicito😘😘💋❤

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