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Así opinan

Deserción Escolar en post-pandemia

Escrito por Ronald Delgado

A propósito del día del maestro que se conmemoró este 15 de mayo, es importante precisar sobre la Deserción escolar en nuestra ciudad ¿cómo vamos? ¿Cuáles son nuestros retos?

En medio de la crisis que afrontamos por causa del COVID-19, como acto natural nos hemos preocupado por aspectos fundamentales como nuestra salud y nuestra economía, olvidando de tajo la afectación que sufrirá nuestra educación. Indicadores de eficiencia como la tasa de deserción, podrían verse seriamente afectados por esta pandemia que ha hecho que nuestros Niños, Niñas, Jóvenes y Adolescentes permanezcan en confinamiento obligatorio por espacio de dos meses, situación que ha obligado a implementar un modelo de educación virtual que para alumnos y docentes de Instituciones Educativas oficiales ha sido bastante traumático por aspectos de conectividad y disponibilidad de equipos de cómputo por parte de estos alumnos de estratos 1,2 y 3 que en su gran mayoría adolecen de herramientas tecnológicas en sus hogares, situación que impide desarrollar sus actividades escolares en total “normalidad” a esto se suma la falta de uso y apropiación de TIC por algunos de nuestros docentes, quienes han sido renuentes al uso y aprovechamiento de estas herramientas como medio facilitador del proceso pedagógico.

Valledupar venía mostrando un buen comportamiento en su deserción escolar, si tomamos como referente a Colombia, que en el año 2019 cerró con una tasa de deserción de 3,13%, mientras que en nuestra ciudad cerramos con una tasa del 3,09%, de cada 100 niños matriculados, 3 de ellos desertaban. Este comportamiento puede verse amenazado a causa de las condiciones actuales a las que nos ha llevado esta pandemia, que sumado a los factores de deserción ya conocidos como: Poco gusto por el estudio, desmotivación, embarazo, maternidad – paternidad e inicio de vida en pareja, trabajo o necesidad de trabajar, dificultades económicas, problemas familiares y eventos familiares, situaciones de violencia, problemas de salud. Harán de la deserción escolar un problema de mayúscula proporción y que requerirá de una intervención institucional mediante la implementación de nuevas estrategias encaminadas a mitigar este fenómeno.

Esta puesta en marcha requiere ir mucho más allá de las estrategias de acceso y permanencia ya conocidas: Programa de Alimentación Escolar (PAE) y el transporte escolar, demanda la entera atención y dedicación por parte del gobierno nacional y en especial de los entes territoriales, teniendo en cuenta los aspectos particulares que identifican cada región.

Considero esta la oportunidad para ir mucho más allá de lo acostumbrado, la deserción escolar no puede seguir siendo vista como un simple indicador que fluctúa en su comportamiento sin conocer los factores que lo originan, sin una definición de políticas claras que tengan como finalidad su disminución. Es por ello que proponemos un trabajo mancomunado entre secretarías de educación y comunidad educativa (Docentes, Directivos Docentes y padres de familia) que permita contrarrestar sus causas, se debe realizar una identificación y acompañamiento a cada alumno considerado potencialmente desertor, determinar las razones que puedan dar origen a que este alumno deje de ir al colegio y no logre culminar sus estudios. Nuestra institucionalidad debe brindar las garantías y propiciar las condiciones óptimas para que nuestros Niños, Niñas, Jóvenes y Adolescentes vean en la educación el vehículo más apropiado para transitar por las vías de la transformación, el progreso y desarrollo.

¿Y tú, qué opinas? Comenta

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