Como en aquellas épocas medievales en donde predominaban las batallas épicas entre reinos, quisiera contar hoy al igual que esos valerosos caballeros con aquella prenda que un día me permitiste llevar conmigo, esa que se convertiría en el recuerdo más cercano de tu amor; no la ostentaría públicamente en mis batallas diarias como la hiciesen esos fuertes gladiadores, pero el principio sí sería el mismo: sentirte lo más cercano de mí y con la obligación de vencer por más dura que sea la prueba y tener como recompensa entrelazarme en los brazos de mí hermosa doncella. Esa prenda que se quedó con tú aroma y que lujuriosamente miraría, evocando esos hermosos momentos vividos a tu lado, esos ojos lindos expresivos, esa sonrisa sincera que me invita a embriagarme de alegría y de esos miles de besos que me diste unos tiernos, otros llenos de veneno, muchos inocentes y otros locos que no tienen frenos.
Romántico e inspirador, se envuelve en ese romanticismo y se disfruta cada renglón.