Hace 13 años partió el Juglar de Juglares, Rafael Calixto Escalona Martínez; su recuerdo sigue intacto con el mismo amor en su familia, su pueblo, y en todos los que lo admiraron y gozaron con las historias de sus canciones, que no son más que vivencias.
Desde su despedida, la Fundación Rafael Calixto Escalona Martínez, se ha dedicado a perpetuar su legado y a cultivar en el corazón de las nuevas generaciones, el amor por ese vallenato creado por ‘Rafa’ Escalona, donde las historias del viejo Valle no se contaban; sino que se cantaban.
Todo los años en esta fecha, se reúne la familia y los amigos para rendirle culto a su memoria, a través de anécdotas, cantos versos y poesía. Cada aniversario es un viaje al recuerdo, un trasegar por la nostalgia; pero igual esos sentimientos se mezclan con el orgullo de haber tenido un padre, un tío, un hermano o un amigo, como Rafael Escalona, el más grande cultor que influenció para que el vallenato hoy fuera conocido en el mundo entero.
El Escalona que se volvió inmortal desde la vida misma gracias a la grandeza de su obra; es el mismo que le cantó a la vida, al amor y a sus hijas Ada Luz y Rosa María. En total a Escalona le sobreviven 18 hijos, 9 hombres y 9 mujeres a las que llenó de pechiche. Además de Ada Luz y Rosa María, están Abigail, Gloria, Margarita, Perla, Roda, Taryn y Carmen Elena. Todas con el cantadito y el acento vallenato.
Un día como hoy, 13 años atrás; lloraron los acordeones en el País Vallenato, causándonos la más honda herida en el alma del alma. Fue cuando nuestro Rafael Escalona voló vivo hacía la inmortalidad. Y se fue, se marchó, pero de recuerdo nos dejó un paseo.