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Vallenata forma parte de Atavico, primer restaurante de mujeres víctimas del conflicto

Arroz a la marinera, mojarra frita, viuda de pescado, carne desmechada, sancocho, forma parte de la especialidad gastronómica que Ruth Flórez, una vallenata de corazón y guajira de nacimiento prepara. Estas delicias gastronómicas de la región se integran al ajiaco santafereño, cocido boyacense, aborrajado, chuleta valluna, mute santanderaeno que se puede degustar en Atavico, primer restaurante liderado por mujeres víctimas del conflicto armado.

Las mujeres de diversas latitudes, 30 en total, a quienes la violencia les hizo salir de su territorio y llegaron a la capital del país con una maleta llena de sueños y la esperanza de nunca más volver a sufrir por el conflicto armado, forman parte de la Asociación de Mujeres Campesinas, Negras e Indígenas de Colombia, Anmucic, – creada en los años 80 con apoyo del Gobierno Nacional y que en la actualidad integra a más de 200 personas-.

Arroz a la marinera, mojarra frita, viuda de pescado, carne desmechada, sancocho, forma parte de la especialidad gastronómica que Ruth Flórez, una vallenata de corazón y guajira de nacimiento prepara.
Arroz a la marinera, mojarra frita, viuda de pescado, carne desmechada, sancocho, forma parte de la especialidad gastronómica que Ruth Flórez, una vallenata de corazón y guajira de nacimiento prepara.

La idea del restaurante surgió porque cada una de ellas, mientras interactuaban lo que más extrañaban de su terruño, relataban la necesidad de volver a cocinar esos platos típicos de su región, aquellos favoritos para su familia, es así que le dieron vida a Atavico, que significa comidas ancestrales.

Y eso es precisamente lo que según relata Ruth, encuentran los comensales que de lunes a viernes van al restaurante ubicado en el barrio La Soledad, de la localidad de Teusaquillode la capital del país. “Panela, maíz, secretos tradicionales y ancestrales de cada una de las regiones de Colombia se integran para preparar delicias gastronómicas, nos sentimos muy orgullosas de integrar este proyecto”, dijo la mujer.

Fueron tres años de reuniones, planificación, talleres de capacitación para hacer realidad este proyecto de emprendimiento que contó con el apoyo de la Alta Consejería para las Víctimas de Bogotá, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD, La Unidad para la Atención y Reparación Integral para las Víctimas y el Ministerio del Trabajo. Entidades que se encargaron de brindarles asesoría en el área productiva, empresarial y organizacional.

La mayoría de las integrantes de esta Asociación, se han capacitado, dominan temas esquivos para muchas de su generación, como legislación, derechos humanos, equidad de género, solidaridad, trabajo en equipo, es por ello que ellas trabajan, sueñan y lucha para que desde su proyecto de emprendimiento, otros colectivos se unan y construyan un mejor país, más tranquilo, en paz, donde la violencia no les vuelva a afectar a ningún otro colombiano, ese es el legado que quieren dejar.

Estas delicias gastronómicas de la región se integran al ajiaco santafereño, cocido boyacense, aborrajado, chuleta valluna, mute santanderaeno que se puede degustar en Atavico, primer restaurante liderado por mujeres víctimas del conflicto armado.
Estas delicias gastronómicas de la región se integran al ajiaco santafereño, cocido boyacense, aborrajado, chuleta valluna, mute santanderaeno que se puede degustar en Atavico, primer restaurante liderado por mujeres víctimas del conflicto armado.

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