Vamos a ponernos serios

A raíz del aumento significativo de casos por COVID19 en la ciudad de Valledupar, veo a muchos ciudadanos pidiendo ORDEN al alcalde de la ciudad, no solo porque fue el lema de su campaña sino porque es claro que la ciudad lo necesita. Sin embargo, quiero hacer las siguientes precisiones:

El primer núcleo de toda sociedad se llama familia, son las familias entonces las primeras en ser llamadas a garantizar ese ORDEN en su espacio primario. Si queremos una ciudad en ORDEN, primero debemos tener hogares en ORDEN. Queremos una ciudad en ORDEN pero sus habitantes haciendo desorden, que utópico pedir algo que no damos.

Es cierto, el alcalde es la máxima autoridad de la ciudad, y desde una óptica objetiva evidencio que ha emitido los decretos necesarios para orientar el buen comportamiento de sus habitantes. Primeramente, en ¿quién está la responsabilidad de asumir, acatar, respetar dichas medidas? La respuesta es clara: en sus ciudadanos.

Las cifras hoy son claras y evidencia no solo el aumento de casos de COVID19 sino también la falta de compromiso de las habitantes de Valledupar con la ciudad. Si en ley seca hay consumo de alcohol quiere decir que hay lugares expendiendo de forma ilícita, y tanto él como el que consume están transgrediendo la norma. Si hay pico y cedula y ud querido habitante de Valledupar sale a la calle sin tenerlo en cuenta esta contribuyendo a las conglomeraciones y quitando barreras al contagio. Si ud decide ir a visitar a sus amigos y familia, cuando nos han pedido distanciamiento social, el responsable de abrir la ventana al contagio es ud. Si es de los que sale en grupo a hacer ejercicio, montar bicicleta, también es su responsabilidad. No usar el tapabocas correctamente, no implementar prácticas de autocuidado, es su decisión. Esta lista puede extenderse porque al parecer en esta ciudad hoy por hoy prima el tan errado decir: “hecha la norma, hecha la trampa”.

Nota: No es un escrito en defensa del alcalde, no me están pagando por esto. Es un escrito que nace de mi frustración de ver como muchos exigen desde su comodidad, lo que no están dispuestos a dar por la ciudad.
Dejemos de pedir al alcalde lo que como ciudadanos nos corresponde hacer y no estamos haciendo. Pongámonos serios.

Casilda.