Ansiedad y Depresión: Una historia que contar

Escrito por Naimara Gutiérrez Parodys @nagupa91 – @ps.naimaragutierrez – Nagupa91

Debo iniciar diciendo la depresión, la ansiedad y el suicidio son reales. En Colombia, el 4.7% de la población lo padece, promedio que está por encima del porcentaje mundial. Por otro lado, se puede sostener que por causa del estrés, el 40% de los empleados colombianos ha sufrido de algún trastorno de ansiedad y por último, en nuestro país en el 2018 se registraron 1396 suicidios, la mayoría de estos casos fueron entre los 15 y 34 años (48,74). Por esta razón cuando una persona te exprese o comente algo que te indique cualquiera de estos trastornos: escúchalo, no lo juzgues; escúchalo, no le ofrezcas soluciones; escúchalo y no le contestes diciendo: “pero tú qué motivos tienes para estar así”, porque te aseguro que se supiera tendría las herramientas para salir adelante.

Después de lo anterior, diré en el 2018-2 me diagnosticaron con trastorno mixto de depresión y ansiedad, y sobreviví a los pensamientos de muerte que me atacaban todo el tiempo. Hoy 12 de marzo quiero compartirte mi testimonio:

Ese año (2018) comenzó lleno de expectativas, lo tenía TODO o por lo menos TODO aquello que creía me hacía feliz: estaba cursando mi último semestre de la maestría, tenía tres empleos donde valoraban y resaltaban mi trabajo, seguía con mis amigos de toda la vida y mi familia seguía demostrándome su amor y orgullo. De repente, todo cayó: no disfrutaba de nada, sentía un vacío en mi corazón, el miedo, la culpa, la tristeza inundaron mi ser y destrozaron en aquel entonces, toda mi esperanza, todos mi sueños y le restaban importancia a mis cualidades. Simplemente dejé de ser yo por 7 meses, esa chica risueña, llena de sueños y locura, se comenzó a reducir en un ente que quería a toda costa que su vida terminara porque lo único que sentía era el peso de la sensación de fracaso.

Sin embargo, a pesar de mis pensamientos y mi pesimismo, Dios tenía un plan y para llevarlo a cabo convocó a las personas más importante de mi vida, y entre él y ellos(as) hicieron un equipo donde todos tenían la 10 puesta. Mi familia me brindó el apoyo que necesitaba, me llevaron al psicólogo, al psiquiatra, a los pastores, puedo decir que recibí una atención integral y además de eso, activaron las alarmas se comunicaron con mis amigos y mi familia del trabajo y se turnaban para cuidar de mi, nunca dejaron de creer en lo que soy y siempre me lo recordaban. Mis amigos tuvieron lo detalles más hermosos, venían a hablar- jugar stop, o simplemente a quedar en silencio, abrazarme y secar mis lagrimas aun sin entender lo que me pasaba. Mis compañeros de trabajo del CDI no me permitieron renunciar, fueron mi apoyo en todo sentido, me hacían comer, me ayudaban a enfrentar mis temores, atendían por mi a los padres y a los niños, cuidaron mi imagen y oraron junto a mis padres, hermanos, tíos, amigos y conocidos por mi.

Debo decir que sin Dios y sin ellos, yo haría parte en estos momentos de los 48,74% del 2018. En este tiempo aprendí y me convencí:

1. Prefiero estar en la tormenta con Dios que estar bajo el sol sin Él.
2. Que las personas que están a tu lado puede ser tus flotadores en tiempo de marea y que su cariño no depende de tus títulos o posesiones.

Naimara Gutiérrez Parodys es una vallenata de 27 años de edad, hija de Tomas Dario Gutiérrez y Mayle Parodys Movilla, es la menor de dos hermanos, Tomas Jr y Yossama.

Realizó todos sus estudios en el Gimnasio del Norte, al término realizó sus estudios en psicología en la mejor facultad de Colombia, Universidad San Buenaventura. Actualmente, está escribiendo su tesis para graduarse de Magister en Psicología, profundización en Clinica.

Con experiencia en el campo organizacional, social, educativo y clínico. Trabajó en IRIS LTDA, FUNMANUS, UPC y actualmente labora como psicóloga en el CDI LA MARIPOSA DEL RÍO BADILLO, modalidad institucional operada por COMFACESAR.

Se define como una persona con relaciones interpersonales estables, creativa, emprendedora, extrovertida, líder y con habilidades para la expresión escrita y oral. El ares que prioriza es la laboral y académica, en donde tiene metas claras y definidas para los próximos cinco años de su vida.