El amor en los tiempos de cuarentena

Por: Enrique de Luque Palencia

El aislamiento corporal no hace mella en mí, mientras existan ustedes y mi alma pueda volar, para sentir su presencia.
La fe de volverlos a ver, alegra mis días. La tormenta que hoy atravesamos, la superaremos navegando en el barco del amor.
En el sueño de mi travesía, son ustedes el puerto; el timón, mi paciencia para soportar el confinamiento; la ruta, mi amor; la carta de navegación, mi alma que diagrama las coordenadas con gotas de pasión, ilusión y esperanza, para guiarme al puerto familiar en el cual me esperan brazos abiertos, sedientos de calor.
Los amo sin límites ni fronteras. Es un idilio globalizado, imparable, una tendencia; es como una fuente de agua inagotable o un barco invencible a los embates de la naturaleza. Aquí estoy y a qui estaré por siempre para ustedes.