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Estudiantes de cine ayudan a construir acueducto de comunidad en el Magdalena

Escrito por Fiama Carrillo Beleño

Jóvenes universitarios emprendieron una campaña para conseguir recursos y llevarle agua potable a más de 2 mil habitantes en el corregimiento de Guamachito.

Son doce estudiantes de cine de la Universidad del Magdalena que desarrollan una investigación para un cortometraje de su tesis de grado en la Zona Bananera, un municipio rural disperso, habitado por gente laboriosa, cálida y alegre que vive de la producción de banano y aceite de palma.

Además del documental, las deficiencias en torno al acceso al agua de la población los motivaron a ayudar a la construcción de su acueducto. “Desde hace mucho tiempo, estos grandes cultivos de la llamada agroindustria vienen afectando a los pequeños campesinos porque se da una repartición desigual del agua entre los grandes productores que dejan a los pueblitos sin el líquido”, afirmó el estudiante Mateo Pérez.

De acuerdo a las cifras de la Alcaldía del municipio el 48% de los habitantes cuenta con servicio de acueducto sin planta de tratamiento, el 18% la toma del río y el 27% de pozos subterráneos.

Guamachito es un corregimiento con más de 100 años de existencia, que nunca ha contado con planta de tratamiento, lo que obliga a sus habitantes a transportar en burro, bicicleta, moto o carretilla, el agua que toman desde su única fuente de abastecimiento, el canal Santa Marta a 1200 metros del caserío.

Este canal que se surte del río Tucurinca, abastece de manera deficiente a más de 600 hogares en esta población incluso en época de sequía. La población conformada por más de dos mil personas, la mayoría de la tercera edad, se sigue surtiendo de esta fuente de agua, porque a pesar de que hace unos años hubo un proyecto que buscaba proporcionar agua de pozo, este quedó inconcluso, solo un tanque elevado vacío en medio de la población.

Según los habitantes de la población, la desesperación por no contar con un servicio de agua potable constante, los llevó a iniciar trabajos para construir un acueducto que permita abastecerse del canal Santa Marta. Estos primeros pasos significaron un gran sacrificio económico y de tiempo para estos campesinos, ya que 14 personas trabajaron durante 143 duras jornadas.

Entre todos lograron construir un reservorio o pozo de seis metros de profundidad, una red de tuberías compuesta por 45 tubos de 8 y 6 pulgadas para surtir las casas, la caseta de la motobomba y el transformador.

Sin embargo, aún faltan muchos recursos para completar la tarea y contar con agua constante en sus casas. Necesitan materiales para impermeabilizar el reservorio, una turbina sumergible de 25 caballos de fuerza, una balsa para ubicar la turbina, un transformador de 45 Kw, dos postes de tres metros y soportes para ubicar el transformador.

“Nos hemos gastado más de siete millones de pesos recogidos entre todos que somos gente muy pobre. El apoyo de estos muchachos es grandioso, pero necesitamos un empujón de los entes gubernamentales, alcaldía, gobernación, y los empresarios que nos rodean. Este es un grito de angustia, tenemos cien años de existencia y nuca hemos tenido agua, la necesitamos con urgencia”, manifestó el señor Víctor Robles.

Esta situación motivó a los estudiantes de cine que decidieron narrar cada paso. “Es un proyecto mediado por el cine, desde que llegamos estamos filmando todo para visibilizar la problemática, es un relato coral donde cada habitante presenta sus opiniones”, explica Mateo.

Es así como emprendieron la búsqueda de recursos para la terminación del acueducto de Guamachito, aportes monetarios y en especie, materiales, maquinaria, mano de obra y asesoría de construcción, cualquier contribución es bienvenida mediante una campaña que abrieron en: https://vaki.co/es/vaki/guamachitosemueredesed#summary

“Nuestro sueño es que el cine sea un instrumento de mejora social que tenga un impacto mucho más allá de una obra artística, que esta semillita que estamos plantando tenga frutos y que también otros realizadores jóvenes se den cuenta que el cine tiene poder social y una tremenda capacidad de cambio, que el cine salga de las salas, de los conversatorios, que vaya a las comunidades y genere impacto y cambios”, enfatiza el estudiante Mateo Pérez.

El grupo realizador está conformado por Andrés Gil (director), Michael Ávila (Sonidista), Mariano García (director de fotografía), Randy Montenegro (camarógrafo), Jorge Bello (microfonista) y Mateo Pérez (productor).

Fotos: Mateo Pérez-grupo realizador

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