Juan Rulfo (1917-1986)

“La imaginación es infinita, no tiene límites, hay que romper donde se cierra el círculo” Juan Rulfo

 Andrés de León (México) y  Ana Lucero Morales (Colombia), hemos querido  hacer un merecido homenaje al novelista, cuentista, fotógrafo y editor Juan Rulfo.

Originario de un pequeño pueblo llamado Apulco, San Gabriel Distrito de Sayula en el estado de Jalisco, México, ahí viviría en carne propia la llamada “Guerra Cristera”. Un conflicto armado que comenzó debido a las injustas reformas del presidente de turno (Plutarco Elías Calles) que buscaban limitar y hasta reprimir el culto católico en el país.  Un conflicto que lamentablemente le arrebataría a su padre a una corta edad. Pocos años después perdería a su madre y terminaría en un orfanato en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.

Pasarían algunos  años y un joven Juan Rulfo buscaría entrar en la universidad de Guadalajara, pero en aquel momento pasaba por una huelga, por lo que decide mudarse a la Ciudad de México, ahí asistiría a pláticas sobre historia y literatura inspirado por otros escritores, oradores y filósofos de su época este comienza a escribir y trabajar con una revista en la cual publica sus primeros escritos.

Así mismo en 1953 publica con ayuda del fondo de cultura una colección de cuentos con el nombre de “El llano en llamas”. En esta obra Rulfo retrataría a través de 15 (Más tarde 17) cuentos la realidad de un país deshecho por la revolución y las guerras cristeras, pues los cuentos nos hablan de la miseria y la cruel vida que llevaron los campesinos y soldados tras los estragos de dichos conflictos, es decir, que Juan Rulfo en esta obra le dio una forma más perfeccionada a dicho mecanismo de interiorización de la realidad de su país, en un universo donde cohabitan lo misterioso y lo real, el resultado es un texto profundamente inquietante que ha sido estimada como una de las mejores novelas de la literatura contemporánea.

No sería hasta 1955 donde recibiría el reconocimiento internacional por su obra titulada “Pedro Páramo” donde este regresaría a las guerras cristeras dotada con tintes fantásticos y lúgubres pues narra la historia de un hombre que viaja hacia un pueblo desolado en busca de su padre y a través de sus pobladores este va conociendo la historia del temible cacique.

Estos son los libros más importantes de Juan Rulfo:

• Diles que no me maten!, 1951 (incorporada a “El llano en llamas” en 1953)
• El llano en llamas, 1953
• Pedro Páramo, 1955 (2004)
• El despojo, 1960
• El gallo de oro, 1964
• La fórmula secreta,1965

La calidad de sus escritos le valió grandes reconocimientos como el Premio Nacional de Letras de México en 1970 y El Príncipe de Asturias de las letras en 1983. En este sentido el prestigio literario de Rulfo habrá de incrementarse de manera constante a partir de estas dos publicaciones, hasta convertirse en el escritor mexicano más reconocido en México y el extranjero. Entre sus admiradores se cuentan Carlos Fuentes, Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez,  Enrique Vila Matas y muchos otros. Sus lectores en la más diversas lenguas se renuevan continuamente y se le considera ya un clásico.

Durante las dos últimas décadas de su vida, se encargó de editar en el Instituto Nacional Indigenista una de las colecciones de antropología contemporánea más importantes de México. En todas estas variadas manifestaciones  se puede comprobar que el pensamiento y las actividades de Rulfo se movieron al centro de poderosos polos: como los son la ficción y la historia, la tradición literaria escrita y las riquísimas vertientes orales, la imagen verbal y la imagen fotográfica, la cultura cristiana y la sólida  cultura indígena en México y en América, pero de ningún modo inferiores, la antropología y la realidad presente. En cuanto a su narrativa sus personajes apenas actúan; fundamentalmente piensan, recuerdan y transmiten sus miedos, sus odios y sus remordimientos; mueren  y vuelven a morir, en este sentido se podrían calificar como una narrativa de “conciencia”. Los ambientes y  los mismos personajes carecen de toda ubicación y rostro, pero no por eso parecen ser menos reales, esto se debe a la recreación de personajes como si fueran gente del común y que no tiene nada especial. Es así, como la magnificencia de estos recae en  el lector por la historia de violencia que guardan tras de sí.

La casa de la cultura inició sus actividades en el año de 1975, razón por la cual es considerada la primera casa de la cultura de la ciudad de México (es conocida en esa época como Casa de Cultura Mixcoac). En 1986 se le nombra Centro Cultural Juan Rulfo, como homenaje póstumo al escritor mexicano, Casa de la Cultura de Juan Rulfo.

Juan Rulfo falleció en la Ciudad de México el 7 de enero de 1986. Desde entonces, sigue siendo uno de los escritores mexicanos  más leídos en su país y el extranjero, sus títulos han sido traducidos  a varios idiomas y su obra literaria y fotográfica sigue siendo motivo de innumerables estudios, homenajes y reapropiaciones.

 

Busto de Juan Rulfo en el parque que lleva su nombre en la ciudad de México

Dejamos a nuestros queridos lectores algunas frases inolvidables de las obras inmorales de Juan Rulfo:

• PEDRO PARAMO “Hacia tanto tiempo que no alzaba la cara, que se me olvide del cielo”.

• LUVINA “Por cualquier lado que se le mire, Luvina es un lugar muy triste. Usted que va para allá se dará cuenta. Yo diría que es el lugar donde se anida la tristeza”.

• PASO DEL NORTE “Ora vienes y me quieres remover el sentimiento; pero no sabes que es más dificultoso resucitar un muerto que dar vida de nuevo”.

• EL LLANO EN LLAMAS “Trabajando se come y comiendo se vive”.

• ¡DILES QUE NO TE MATEN¡ “Es algo difícil creer sabiendo que la cosa de donde podemos agarrarnos para enraizar está muerta”.

• EL HOMBRE “Nadie te hará daño nunca, hijo. Estoy aquí para protegerte. Por eso nací antes que tú y mis huesos se endurecieron antes que los tuyos”.

• NOS HAN DADO LA TIERRA “No se puede contra lo que no se puede”.

• EL LLANO EN LLAMAS “Pero es peligroso caminar por donde todos caminan, sobre todo llevando este peso que yo llevo”.

 Rulfo siempre vivo

En conclusión, Juan Rulfo es una de las más grandes influencias latinoamericanas cuya obra perdura aún hoy en día retratando una realidad que se vive en las regiones más olvidadas de México. Una lectura recomendada para jóvenes y adultos por igual y un retrato de la más amarga verdad de un México que seguirá vivo en sus letras e historias.