Macondo, Música y Leyendas (Puente Hurtado)

Por: Yull Nuñez

Las cadenetas del ADN de ese Valle lleno de Música y Leyendas hacen de los puentes carrileras, por ellas transita orondo ese Tren de la Memoria Colectiva de los Tiempos Buenos, esa que hace del pasado y futuro un Eterno Presente, ese que no contempla división de Territorios y los hace Uno cuando se canta el Amor Amor: Regalo de Vida del Eterno creador de los Cielos y la Tierra (Aquí y Ahora)

By: Arq. Yarime Lobo

Entonces, ahí estaba ella; con una gran sonrisa y ojos brillantes, como si se quisiera tragar el mundo de un bocado con cada palabra que salía de su boca, pero que su alma al mismo tiempo escupía. Así de sincero como cuando los niños en la costa escupen en sus raspones con la ilusión de sanar las heridas que dejan los juegos, para que sus papás no los regañen.

Ella tenía esa misma ilusión el día que la conocí; escupía desde el ser, frases llenas de amor, fe y esperanza para sanar las heridas de los que estábamos en esa reunión aquella tarde.

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Ese día mientras la escuchaba hablar confirmé una vez más, que los artistas además de luchar por nuestros sueños y expandir nuestro pensamiento en un universo que nos conecta con el ser, también tenemos una responsabilidad social, cultural y política; la responsabilidad que nos lleva a asesinar nuestro Ego y renacer en el otro (Alma).

Dejando el legado de lo que somos en manos de los que vienen detrás, ayudándolos a limpiar el camino.

Así es “YARIME”, una artista generosa y soñadora que pinta con los colores más extravagantes que la paleta de la vida le permite, sin ninguna pretensión, más que brindarle luz a los que aprecian su obra un mundo inundado de colores, esos que ella percibe en la flora y fauna de este valle de sueños y realismo mágico.

Como la que está ubicada en el piso del puente Hurtado y que ella misma acudiendo a sus visionarios amigos Pabla Castro y Camilo Hoyos, con su bendición y anuencia la llamó: “MACONDO, tierra de música y leyendas”.

Un mural en mosaico de baldosas donde hace un breve, pero satisfactorio recorrido por el imaginario cultural que representa no sólo a los Vallenatos, sino también a todos los pasajeros del tren del realismo mágico en el que viajamos los Cesarenses. Obra a la que fui invitado por la misma Arquitecta como Coordinador Artístico de su equipo de trabajo.

¿Y cómo decirle que No?, Si mientras que algunos veían esta obra como un telón de concreto y baldosas que pisarían propios y extraños, los ojos de Yarime Lobo Baute decían otra cosa, como si quisiera que la gente se conectara con su obra, así como los Koguis deambulan descalzos por todas partes para no desconectarse con la madre tierra.

Su obra, sencillamente no se puede describir conceptualmente desde los argumentos científicos y complejos que utilizan los estudiosos del arte para calificar lo que nace desde las vísceras. Por el contrario y muy alejado de ello; basta sólo con disfrutar el mensaje y los colores de cada obra que nace desde el pensamiento y los trazos de Yarime.

Sus amigos, el folklore caribe, las leyendas, las historias propias de nuestra región y sus hijos (Ismael e Isabella), a los que ella misma llama “Los lobeznos” haciendo alusión a su apellido. Son el alma mater de cada creación artística que emana Yari. Ahí está la grandeza de esta gran mujer que viste de con sus mantas, evocando a la Madre Tierra y lo sagrado que es ser Mujer y que sólo busca pintar con los colores más extravagantes que la paleta de la vida le permite, los lienzos del ser de todo aquel que la rodea.

Eso vi aquella tarde en sus ojos brillantes, juguetones y esa gran sonrisa que hace que la vida sea un paraíso cuando se disfruta del Amor y la Amistad aquí y ahora.

Por: Yull Nuñez