Serpiente litógrafa y amante del GRABADO

Escrito por Cristina Díaz @crisdiaz48

La relación entre Goya y la técnica de estampar se remonta a su época de su formación. Goya soñaba con ser un gran pintor, al igual que la mayoría de los jóvenes de su época, deseaba seguir la carrera de artes y se inició en el dibujo, con su maestro José de Luzán. Para este momento lograr reproducir las estampas que éste le proporcionaba, luego ejercitar la mano y alcanzar la copia de modelos tridimensionales. La técnica de estampar cumplía además la función de ser fuente de inspiración de composiciones y modelos.

Nuestra Serpiente amante del grabado, logro con sus pinturas tempranas como La visitación, copia invertida de una estampa de Maratta, o el Santo Entierro, copia de una estampa de Dorigny por pintura de Simón Vouet. Nuestro artista con su excelente visión fotográfica nos acerca al momento en los que la ilustración llego a España, de la forma menos racional, todos los intelectuales de la época anhelaban el fin de la inquisición. La columna es sobre pintura y expositores del arte, pero es una gran herramienta el séptimo arte, Los fantasmas de Goya, una obra maestra para escenificar sus grabados.

Llevamos en nuestro su pensamiento, su obra cultivo de esta técnica del GRABADO, en plenitud se mostró con total libertad, logro llevar la técnica a un lenguaje de invención. Aun siendo necesarias las estampas en la formación del pintor, esto no suponía que el futuro pintor hubiera de ocupar parte de su práctica artística en el grabado. Es más, en España eran un simple vehículo de aprendizaje y son muy escasas las estampas realizadas por pintores. Esta es una de las grandes singularidades de Goya quien, presentándose así mismo siempre como pintor, se dedicó desde esta condición a grabar, sin entrar nunca en competencia con la actividad de los grabadores profesionales.

Goya tuvo como modelo aquellas estampas creadas por otros pintores, muy especialmente por Rembrandt. La formación como grabador varía completamente de la que desarrollaron los grandes maestros del grabado académico español de su tiempo, como por ejemplo Manuel Salvador Carmona. Fue su amigo y gran coleccionista de estampas Juan Agustín Ceán Bermúdez quien le facilitó las estampas de Rembrandt, se sabe, que Goya conservaba diez estampas de este pintor en 1812. Todo este potencial que encerraba el grabado como técnica artística, método de enseñanza y medio de difusión de su obra fue crucial. Sus inicios en el arte del grabado son expresión de su entorno, cercano a los modelos italianos y la influencia de Tiepolo.

Para el verano de 1778, Goya presentó a la Academia de San Fernando ocho estampas por pinturas de Velázquez, nunca se vio obligado a defender y tuvo comentarios favorables desde el principio.  El informe que el pintor presentó a esta institución sobre la enseñanza de la pintura donde cree conveniente alentar al individuo con talento a desarrollar sus posibilidades y estilo personal, es fácil comprender que este mismo espíritu alentó su actividad como grabador. La buena acogida que tuvieron las reproducciones de las pinturas de Velázquez no fue únicamente por que difundieran y dieran a conocer al pintor sevillano y la riqueza de la Colección Real, sino también por la calidad de las estampas en sí mismas. En el grabado Goya podía expresarse libremente, logró hacer observaciones a que regularmente no dan lugar las obras encargadas. La evolución de la técnica de grabado en Goya es constante y permanente. La perfecta combinación de todas las técnica y útiles: aguafuerte, aguatinta, punta seca, buril, bruñidor, rascador…, se van incorporando a la práctica artística con el objetivo primordial de obtener verdaderas calidades pictóricas en una combinación de luces y sombras que crean un lenguaje dramático.