Download WordPress Themes, Happy Birthday Wishes
Serpiente Naranja

Un Panorama De Lo Contemporáneo

Escrito por Cristina Díaz @crisdiaz48

Serpiente Naranja se dedicará hoy a hablar de la Capital de Arte, la Atenas de América Latina, nuestra Bogotá. Es increíble cómo va tomando forma como espacio de arte y cultura, en varias ocasiones ha sido designada “capital del arte”, “metrópoli de la cultura”, “meca del arte contemporáneo” y “ciudad artística del futuro”.

Con varias empresas culturales como el Festival Iberoamericano de Teatro, la Feria del Libro de Bogotá, los espacios de cuenteria y música de las universidades públicas y privadas, los cafés, el FOTOmaratón, etc.. Lleno de nuevas ferias, coloquios, encuentros, bienales, exposiciones, cocteles, subastas, maestrías, fundaciones, precios exorbitados y todo tipo de actividades artísticas que parecían imposibles. Pero, más allá de los alaridos de la moda y los medios, ¿es exagerado señalar a Bogotá como metrópoli de la cultura? ¿Qué le hace falta a la actividad artística bogotana para consolidarse definitivamente? ¿Qué nuevos retos culturales afronta la otrora Atenas Suramericana?

Feria del Libro de Bogotá

Recordemos los tiempos de la ‘reina roja’ y la ‘reina blanca’, cuando el campo del arte bogotano se dividía entre las posiciones de Gloria Zea y Beatriz González, estas grandes mujeres del arte colombiano la primera, directora del Museo de Arte Moderno de Bogotá, y la segunda, figura fundamental en el Museo Nacional y el Banco de la República. Todo puede pensar que es una hoja que leímos antes, quedaron las épocas de las encíclicas proféticas proferidas por ‘María Magdalena y sus cuatro apóstoles’, apodo con el que era conocido uno de los grupos liderados por Marta Traba, que contaba en sus filas con Eduardo Serrano (Bogotá), Alberto Sierra (Medellín), Miguel González (Cali) y Álvaro Barrios (Barranquilla). O si miramos más lejos está la época de Los Intocables, mote con el que el poeta Fausto Panesso acuñó a la generación de artistas trabistas, situándolos en un relicario de cristal dispuesto para la contemplación y redención estética de las masas.

FOTOmaratón

Es importante pensar en lo vivido, aunque todos estos personajes tuvieron, en su momento, aciertos y desaciertos, y algunos de ellos continuaron su labor como artistas de significación en la tradición del arte contemporáneo colombiano (como es el caso de González y Barrios).  Para la Economía Naranja la verdad es que en el campo de la gestión cultural, los nombres propios han cedido paso a proyectos colectivos; los líderes de antaño han entregado el ‘Anillo Único’ a una nueva generación. Buscando promover espacios autogestionados, nuevas formas de intervenir lo público, transformar las viejas prácticas del mercado, impulsar nuevos espacios pedagógicos y modificar la vieja institucionalidad del arte bogotano. Si hay algo en lo que coinciden muchos conocedores, es que los viejos polos se han movido, y desdibujado (y también sus ejes) e inevitablemente han surgido múltiples focos que involucran capital privado, artistas emergentes, miradas críticas y voluntad de trabajo.

Museo Nacional

Nuestro momento histórico es parecido al que vivió España durante su transición a la democracia, por lo que pueden trazarse algunos paralelos en el desarrollo institucional del arte contemporáneo en ambos países. Se acuerdan del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS), el principal museo público de arte moderno y contemporáneo de la capital española, empezó a adecuar en 1980 el que sería su edificio definitivo y fue abierto al público, gradualmente, entre 1986 y 1992. Paralelamente, a partir de 1982, se instauró la Feria ARCO de Madrid, una iniciativa privada y comercial que ha perdurado hasta nuestros días, y que surgió con la intención de intervenir activamente el mercado de arte moderno y contemporáneo.  Podemos afirmar que es interesante observar cómo coinciden en el panorama institucional español las iniciativas públicas y privadas, ver cómo colaboran entre sí, explícita o tácitamente.

La expansión de las sensibilidades del público y de las fronteras del arte, la salida del espectador de su zona de confort, la crítica a los valores establecidos, la construcción de conocimiento nuevo y la legitimación cultural de los artistas que pasan por sus salas. Aquellos museos cuentan con procesos de construcción de valor distintos a los que operan en el mercado, y son procesos que se construyen lenta y sólidamente. Por esta razón, los museos son fundamentales para señalar caminos, y ampliar las fronteras conceptuales y sensibles de coleccionistas y galeristas.

Varios temas que han sido y seguirán siendo asunto de nuestra columna en Expresión Naranja es relacionar aquellos espacios como la Feria de Arte de Bogotá (ArtBo) surgió en 2004 y ha logrado dinamizar el mercado del arte bogotano llevando a la construcción de nuevos públicos y al surgimiento de nuevas galerías, bienales y ferias alternativas (como Odeón, La Otra y la Feria del Millón), lo cierto es que todavía no tiene un contrapeso en la escena pública. Otro caso que ya hemos hablado en artículos de días anteriores es la situación del Museo Nacional de Colombia pues está asfixiado por la carencia de espacio y anquilosado en un fallido proyecto de ampliación que amenaza con destronar, en antigüedad, a los proyectos del Metro bogotano, ante la indiferencia del gobierno nacional. El Museo de Arte Moderno, enfrascado en sus pugnas con el campo del arte local, también tiene un proyecto de ampliación congelado y su colección está guardada en reserva.

No todo en el panorama artístico es claro el Museo de Arte del Banco de la República es lo más cercano a un contrapeso institucional de ArtBo, lo cierto es que sus apuestas por el arte joven y los riesgos que toma a la hora de iniciar procesos de revaloración histórica, han sido mínimos. Así mismo, según el historiador del arte y museólogo William López, los museos del Banco de la República necesitan ampliar su sede física, presentar al público una gran parte de su colección en reserva, potenciar su papel en el arte contemporáneo, tener independencia institucional en el organigrama del Banco, iniciar una nueva política de colecciones y convertirse en un verdadero Museo Nacional de Arte.  Queridos lectores termino la columna invitándolos a hacer comentarios, y pedir los temas que más les interese y sean de su agrado.

Fuente
FOTOmaratónFeria del Libro de BogotáMuseo NacionalFestival Iberoamericano de Teatro

¿Y tú, qué opinas? Comenta

Close