¡Viva La Danza!

Escrito por Alberto Muñoz / @albertomunozpen / elhijodedonjulio@gmail.com

Retumba el tambor, canta el pregonero, al instante el estruendo subliminal irrumpe en el alma, la alegría desbordante cabalga sobre cuerpos sudorosos contoneándose alrededor de la tradición y la electrizante voluntad de sobreponerse a la carencia, a la adversidad, al desdén institucional, a las promesas incumplidas. Hace veinticinco años, inició la materialización de un sueño compartido, camino conducente a la grandeza, al ballet Vallenato, de Dolly Montero, Adalberto Acosta, Soffy Cotes, Pedrito Sánchez y más jóvenes hambrientos de escenario, a las estampas del Cañaguate del incansable Jaime Barranco, quien emigró con recuerdos triunfales llevándose a Bogotá la sapiencia musical como tributo cultural, a Armando “el Triby” Fernandez y Carlos Maldonado. Ondea el emblema mágico de Chingalé, por la tozudez del profesor Olger Baena y su séquito; emerge el ímpetu de Josimar Roa y su corte, gritan presente con dignidad y perseverancia el profesor Yovani Lopez y su grupo Kukamba,  el dinamismo de Edwin Jiménez, Roger Simancas y más realidades dancísticas que mantienen su vigencia con actuaciones que llenan de orgullo a sus integrantes y a los espectadores que apoyan su insistencia.

Hace 25 años, cual paso procesional, comenzó la marcha lenta pero segura de quienes creyeron en el poder de, intentarlo y, creer para ver. Entonces se produjo la búsqueda del propósito, por músicos y bailarines de egregia consistencia anímica conservantes del fluir, desde el ritmo danzante, como silueta negroide en el paso triunfal del sayón mayor Carlos Calderón. Cumplidas las bodas de porcelana, resultado del liderazgo inclaudicable, la férrea vocación y el dinamismo creciente del profesor Pedro Pinto, humilde como su talento, servicial sin reservas y de férrea voluntad, quien como docente, director y coreógrafo es ejemplo para propios y foráneos. Gracias a él, a su sabia conducción, los primeros 25 años de Nabusimake, Danza de Tradicion, constituyen un acontecimiento refrescante y una señal indiscutible de que ¡cuando se quiere se puede!

Dios ilumine a nuestro Alcalde, Augusto Daniel Ramírez Uhia, a reconocer -en nombre propio y de sus gobernados-, la gesta cultural del profesor Pedro Pinto y Nabusimake, Danza de Tradición.