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Serpiente Naranja

El Arte Colombiano Colección Del Banco De La República

Escrito por Cristina Díaz @crisdiaz48

Las principales preocupaciones y tendencias del arte colombiano las traemos hoy en la SERPIENTE NARANJA, queremos contarles una colección de ARTE COLOMBIANO que debe ser siempre una referencia obligada: LA COLECCIÓN DEL BANCO DE LA REPÚBLICA DE COLOMBIA.  Por su inquietud social, la identidad cultural, abstracción geométrica, informalismo y expresionismo, arte pop, etc. es una de las empresas creativas que ha sido y será necesaria para conocer este mundo artístico. Los nombres destacados de la colección: Gregorio Vázquez de Arce y Ceballos, las láminas de la expedición botánica, Victorino García, Pedro José Figueroa, José Manuel Groot, Fernando Botero y Débora Arango, entre muchos otros… Igualmente, se destacan la historia de la formación de la academia artística, el surgimiento de algunas instituciones.

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La colección se inició en 1957, cuando la Biblioteca Luis Ángel Arango compró su primer cuadro, En rojo y azul de Fernando Botero, ha sido constante el empeño de adquirir arte colombiano y arte latinoamericano, hasta el punto de que hoy sus obras ofrecen una cobertura muy comprensiva de la totalidad de nuestra historia artística.

La historia que narra la Colección del Banco de la República con las obras escogidas, entre casi 3000 pinturas, esculturas y obras en papel, para la exposición permanente, cubre con obras originales, los principales momentos de su desarrollo: las pinturas de la época de la Real Audiencia y del Virreinato, los balbuceos de los autodidactas de principios del siglo XIX, el subsiguiente academismo, el paisaje, los primeros pintores formados en Europa; los naïf y los que crecieron a la sombra de la pintura mexicana de la revolución, los “intocables” y los artistas surgidos después de 1960 hasta nuestros días.

Cuando una colección cuenta una historia también se cuenta a sí misma: la historia de su formación, las donaciones y adquisiciones excepcionales, los juicios que han guiado su crecimiento. La colección ha recibido la propiedad o la posesión de extensos fondos de algunos artistas como las Monjas muertas de Victorino García de propiedad de Granahorrar, el rico fondo Wiedemann donado por Cristina Wiedemann y el fondo Luis Caballero. Con la intención de destacar estas abundantes colecciones, a cada una de ellas se ha dedicado sección especial. Así mismo, en paralelo a la narración que construyen las pinturas y esculturas colombianas, se muestran obras del ámbito latinoamericano de la época.

Sor Inés María de Masustegui del Santísimo Sacramento (Concepcionista). Artista Anónimo

Algunos ejemplos de obras destacadas:

Gregorio Vázquez de Arce y Ceballos (Santafé de Bogotá 1638/1711) es el nombre central de la pintura neogranadina de la época colonial. No fue el primero -honor que los relatos atribuyen a Alonso de Narváez (nacido cerca de Sevilla, España, y muerto en Tunja en 1583), autor de la venerada imagen de Nuestra señora de Chiquinquirá-, pero sí el principal de todos, entre quienes figuran Baltasar de Figueroa, el viejo, su hijo Gaspar de Figueroa y su nieto Baltasar de Vargas Figueroa. Vázquez fue discípulo del segundo, de don Gaspar, y luego rival de toda la dinastía.

Obras Gregorio Vázquez de Arce y Ceballos

Las reformas de los Borbones en España propiciaron esfuerzos históricos como la Expedición Botánica que dirigió el sabio José Celestino Mutis, a partir del virreinato de Antonio Caballero y Góngora. La Expedición fundó su propia escuela de dibujo cuyo criterio principal era, según el mismo Mutis, “el que tenga la lámina en la mano piense que tiene la planta viva”. De este modo la expedición produjo a lo largo de toda su existencia, más de seis mil láminas que se encuentran en el Jardín Botánico de Madrid y creó una escuela de pintores entre quienes se destaca Pablo García del Campo (Santafé de Bogotá 1744/1814), autor del Retrato de José Celestino Mutis.

Título Virgen de Chiquinquirá. Artista Baltasar de Vargas Figueroa

Durante más de medio siglo XIX, salvo el fugaz viaje de Groot a Jamaica, ninguno de los pintores colombianos se formó por fuera del territorio patrio. Su única escuela fue la intuición, algunas cartillas y los defectos de sus maestros. Y a veces la refrescante presencia de algunos pintores viajeros entre quienes se puede destacar a los pintores de la Comisión Corográfica, Carmelo Fernández, Henry Price y Manuel María Paz; o León Gauthier y Edward Mark, de quien el Banco posee una estupenda colección de acuarelas. Aunque Mark, quien estuvo once años en Colombia, tuvo discípulos, el primer extranjero que se dedicó en forma sistemática a formar a los pintores locales llegó en 1879. Fue el pintor mexicano Felipe Santiago Gutiérrez (1824-1904), quien vino invitado por el poeta Rafael Pombo. Gutiérrez es autor del Retrato de José Manuel Grooty de los espléndidos Niñas de Oaxaca y La Corrosca. Felipe Santiago Gutiérrez se formó en la Academia de San Carlos en la ciudad de México; desde muy joven fue profesor de dibujo y sus obras fueron premiadas por la misma Academia. También comenzó a viajar: se radicó primero en San Francisco, en 1868 se encuentra ya en Europa, vive en París y Roma, viaja por toda Italia y por España antes de regresar a Nueva York donde lo conoce Pombo. En octubre de 1873 estaba en Bogotá, donde permaneció hasta marzo de 1875. Intentó fundar dos academias y fue profesor de muchos de los pintores que luego figurarían en la historia de Colombia. Gutiérrez regresaría dos veces más al país en 1880: cuando hizo una gran exposición de sus obras, unas doscientas, con quince de sus alumnos y ciento treinta y tres originales suyos. Y en 1884, cuando se celebra una exposición colectiva en su honor.

Via
Ciclo Anual del Bosque de VegaSor Inés MaríaObras Gregorio Vázquez de Arce y CeballosVirgen de Chiquinquirá

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