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Serpiente Naranja

Eres La Furia: Jean-Michel Basquiat

Escrito por Cristina Díaz @crisdiaz48

“el arte no siempre tiene que ser limpio, claro… ni siquiera hermoso”.
Basquiat

La vida no nos permite parar, son tantos y variados modos de expresar el arte, hoy la SERPIENTE NARANJA, trae un gran artista con pensamientos y acciones muy originales.  El gran Jean-Michel Basquiat. Remitámonos a la biografía, Basquiat nació, vivió y murió para destacar. Su fulgurante y breve vida, su potencia artística, su mezcla entre inconformismo y deseo de formar parte de las élites y su impactante obra plástica le convirtieron en lo que el experto en arte René Ricard calificó como “el niño radiante” de su época.

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Algunos lo catalogaron como el nuevo Van Gogh. Tan polémico como poderoso, Basquiat se alza hoy como el paradigma del artista maldito que no renunció en su tiempo a coquetear con la alta sociedad. Actualmente, la indiscutible calidad e importancia de su obra se funde con las voces que niegan la leyenda de su infancia difícil, o que se llevan las manos a la cabeza ante las cifras millonarias que sus cuadros alcanzan en las subastas.

Basquiat en su apartamento (1979-89). Foto de Alexis Adler en el Museo de Arte Contemporáneo de Denver. En 5280.com

Basquiat nació en el seno de una familia acomodada en 1960, en el barrio neoyorquino de Brooklyn. De madre diseñadora y padre contable, su ascendencia mezclaba dos de las etnias tradicionalmente discriminadas en la sociedad estadounidense: la portorriqueña y la haitiana. Su condición de afroamericano (“negro”, como él mismo decía) influyó en su arte durante toda su breve y brillante carrera.

Tras el divorcio de sus padres el artista en ciernes pasó por varias escuelas, algo que marcó sin duda su infancia. Tras comenzar su educación en una escuela católica, pasó después por hasta cinco colegios públicos hasta bien entrada la adolescencia.  Su relación con el arte empieza a muy temprana edad; con tan solo seis años, su madre le hizo “miembro junior” del Museo de Brooklyn. El joven Basquiat ya dibujaba de forma compulsiva desde los tres años, bebiendo la inspiración de su entorno: desde la televisión hasta los cómics, pasando por los coches, taxis y autobuses que recorrían las calles. Toda esta vorágine de la cultura urbana se reflejó en sus cuadros durante toda su vida, en forma de vibrantes líneas, brochazos intensos, figuras recortadas en negro y expresiones faciales llevadas al límite. Por otra parte, el pequeño Jean-Michel fue arrollado por un coche y pasó una temporada en el hospital: durante su convalecencia tuvo como compañero el famoso manual Gray’s Anatomy (1958). La visualización de las ilustraciones biológicas, mecánicas y anatómicas de la época tendrían una poderosa influencia en su pintura posterior.

Untitled (1981). En Christies.com

Con solo quince años Jean-Michel Basquiat consigue entrar en una famosa escuela de arte para niños y adolescentes superdotados que no respondían bien a la enseñanza tradicional: la City-As-School. Su estancia allí no dura mucho: en la graduación de su amigo y compañero Al Díaz (que más tarde será fundamental en su trayectoria artística), Basquiat vierte un cubo de crema de afeitar en la cabeza del director, lo que causa su expulsión fulminante.

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Si bien se suele pensar que la obra de Jean-Michel Basquiat tiene su origen en el grafiti que floreció en Nueva York en los años 70-80, lo cierto es que sus trabajos de entonces no eran grafitis propiamente dichos. En 1972 y junto con su amigo y compañero de escuela Al Díaz, ambos intervinieron edificios y muros del Lower Manhattan bajo la firma SAMO, acrónico de Same Old Shit. A diferencia de su coetáneo y también influyente artista Keith Haring, cuyo trabajo no se entendería sin el grafiti, las obras que Basquiat realizó en la época son más bien poesías gráficas con intención de epatar, romper y marcar territorio.

Basquiat – Retrospectiva 

La influencia del neo-expresionismo alemán

Si algo caracteriza a la obra de Jean-Michel Basquiat es, sin duda, su inconformismo. Los primeros años 80, cuando empieza a despuntar, viven el reinado del arte conceptual y del minimalismo estético en todas sus formas. El arte es racional, la abstracción ha alcanzado su máxima cota y el concepto reina por encima de la expresión.  La presencia de la cultura urbana y el trazo del grafiti se mezclan con la tradición figurativa europea: los cuadros de Basquiat son gritos de guerra, poesía y plástica, acertadamente mezclados en el alambique de la contracultura.

En 1982 se tiene lugar su primera exposición en solitario, en la galería Annina Nosei del SoHo neoyorquino. Es el comienzo de una serie de muestras individuales y colectivas que juntan su obra con la de otros artistas fundamentales de la época, como David Salle o Julian Schnabel. Un año antes, Rene Ricard había publicado en la prestigiosa revista Artforum el artículo que haría despegar definitivamente a Basquiat, convirtiéndole en el objeto de deseo de la aristocracia del arte de los 80: “The Radiant Child”.

Untitled (Fallen Angel) (1981). En Basquiat.com

En 1982, Basquiat protagoniza seis exposiciones en solitario y participa en la exclusiva Documenta de Kassel de ese año. Durante esta época, sus lienzos suelen mostrar una figura tan inquietante como todo el imaginario del artista: un “rey negro”, figura coronada que parece representar la potencia de la cultura afroamericana en un oscuro y violento presente. En estos años realiza más de doscientos lienzos con retratos (más psicológicos que formalmente auténticos) de personajes influyentes pertenecientes a esta cultura: desde Muhammad Ali a Dizzy Gillespie. Sus obras empiezan a ser muy cotizadas, mientras que su presencia es demandada en los más exclusivos eventos de la época. Desde principios de los años 80 Basquiat mantiene una estrecha relación con Andy Warhol que influye poderosamente en el trabajo de ambos. Warhol declaró que gracias a él volvió a pintar con pinceles, mientras que el trabajo de Basquiat adoptó parte de la cultura del consumo masivo característica de la obra de Warhol.

La intensidad con la que Jean-Michel Basquiat creaba tenía un exacto reflejo en su vida. Aficionado a las drogas y la vida nocturna desde su adolescencia, aumentó progresivamente su consumo hasta desarrollar una fuerte adicción por la heroína y la cocaína que provocó su temprana muerte en 1988, a la edad “maldita” de 27 años. Una muerte que truncó una trayectoria artística de enorme intensidad, polémica y poderosa, cuya influencia en el arte posterior se mantiene plenamente vigente en el siglo XXI.

Basquiat: the Unknown Notebooks at the Cleveland Museum of Art

Via
PortadaBasquiat en su apartamentoUntitledFallen Angel

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