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Moralito, hace nueve años… te fuiste de mañanita

Y así ocurrió. a las 6:20 de la mañana, del viernes 26 de agosto de 2011 el juglar de Guacoche, el Rey Vallenato vitalicio, autor entre tantos éxitos de la célebre y mítica respuesta a la contienda con el maestro Emilianito Zuleta se fue, tal vez a reencontrarse con quien en la tierra fuera su rival de parrandas.

Lorenzo Miguel Morales Herrera, conocido como Lorenzo Morales o por su apodo de “Moralito”, fue un músico colombiano, acordeonero y cantautor de música vallenata.Es considerado una de las grandes leyendas vallenatas. El Festival de la Leyenda Vallenata de Valledupar lo homenajeó como se merecen los más grandes, Rey Vitalicio.

Nació el 19 de junio de 1914 en Guacoche, corregimiento al norte de Valledupar, a los 12 años tuvo su primer acordeón y a los 18 salió del pueblo que lo vio nacer junto a su familia, en busca de fortuna, una mejor suerte y hacerse camino en la música, así fue como escogió a la capital del Cesar como lugar para vivir, tierra que también lo vio partir.
Su vida transcurrió entre música y parranda. Su primer acordeón fue un regalo de unos amigos, los Nieves y los Galindo, como lo describió la periodista cultural Nístar Romero Acosta en un diálogo que tuvo con Moralito, en su casa en el barrio Primero de Mayo, de Valledupar, un par de años antes de su muerte.
En ese relato, el maestro Moralito evocó que a ese acordeón lo bautizó con el nombre Blanca Noguera, así se llamaba la madre de la exministra Consuelo AraujoNoguera, La Cacica, por ser, según el juglar, la mujer más linda que existía, así la describe en unos apartes de un verso /Como todo queda escrito pa’ que el recuerdo no muera/ tuve un acordeón bonito y lo puse Blanca Noguera/ Lo escribí con tinta china y hoy no se puede borrá ella era la mujer más linda que tenía Valledupar.

Legado musical

El periodista Jaime Pérez Parody dice que a diferencia del maestro Emiliano Zuleta, Moralito fue mejor en el acordeón, pero no tan bueno en los versos y además le faltó un legado musical que inmortalizara sus temas, aunque grandes le grabaron, aún hay canciones poco conocidas, incluso composiciones inéditas que merecen ser rescatadas e interpretadas para que las nuevas generaciones sepan el gran valor de este juglar.
Entre sus éxitos musicales están La carta, Amparito, El Errante, La mala situación, La primavera florecida, entre otros grandes.
En Valledupar, una urbanización hace honor a su nombre y muchas generaciones evocan al más grande de los grandes, aunque con una estatura que no superó los 160 centímetros. Ese amoroso hombre, padre de 37 hijos, quien en vida demostró que contrario a lo que le cantó su compadre, nunca le cayó la gota fría.

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