Caja de Poemas
Poema: Escritores, lectores adictos
Escrito por Cristina Díaz @crisdiaz48
Espejismo de las cuerdas de las guitarras
Puedo sentir melodías solo con la respiración
El fuego
El Humo y las recetas en aquella cocina
No puedo esconderme más de tus ojos
Aún dormida siento tus manos
Y recuerdo las conversaciones que guardamos
Aquellos juegos de palabras
Olvide escribir!
Abandone mi vida!
Fue un suicidio
Nos tomamos un café? Decidimos detener el tiempo y dedicarnos a conversar sobre lo que no hemos escrito, fue así como pasamos de soportar la vida a vivir eternamente, primero escribimos en el aire, luego rompimos el espacio y deslizamos tinta en papeles, llego el día que alguien nos quiso leer. En ese momento que esperábamos a los OTROS, fuimos nosotros los MISMOS… Los únicos lectores adictos éramos los escritores. Creerán que les miento pero nos conocimos el mismo año que publicamos los secretos de las vidas pasadas. Cada atardecer que llueva nos encontraremos para tomar café y ocultar la rutina.
Desaparición de una boca
En mi rostro dos labios caníbales se aproximaban a ti
Luego encontraron menú de encantos
Manjares que solo conserva bordes salinos
No paraba de besarte… obsesionada
Y encontramos la distancia para la despedida
Cuando logre reflejarme
Los vidrios graficaban cara sin boca
Los pinceles se burlaban
Existían espacios como un desierto
Me regalaste la escritura
Me contaminaste la tranquilidad
Hoy muero por ti
Tengo hambre y limites para alcanzarte
Pero no tengo miedo
Solo un rostro
Una prueba que afirma
Nada es imposible
Contaba piedritas y conchas
Algunas las olvido el destino
Aquellas fueron vida en otra época
Nosotros organizamos unos caminos
Llevan circulación artificial
Felicidad de muñecos infantiles
Tiempo libre
Catástrofes ambientales
Pero tu sonrisa sigue aquí
Un Después
Siempre volvemos al lugar donde nacimos
Así fue mi regreso a España
Nadie sabía que yo sentía tanta ilusión
Pero nada podía desilusionarme
Cumplí una promesa
Un sueño de la palabra
Fui fiel a los sentimientos que engañan al tiempo
Te encontré
Pero aun no comprendo cómo puedo volver a buscarte?
Ese fue mi sueño
El infinito aún no tiene fin ni fines
Llegue a la ciudad
Encontrándome con personas desconocidas
Acercándome a mi única seguridad
Puertas y ventanas llenas de nieve
Mi mente con niebla
Había orado por el surgimiento de esta oportunidad
Me encontraba a pocas horas de asumir uno de los retos más grandes de la vida
Pero todo sucedía muy rápido
Sin alas ni pesadillas extravagantes, no soy un mago no soy un poeta
Traía truquillos de magia
Escribía uno que otro poema en noches largas
Pero ahora todo era presente, olvide mi futuro
Abandone cada ciclo del pasado prefería un libro con paginas blancas
Un sueño
Las velas que se extinguen
Unas llamas de iglesia, en la cena, un viaje un abismo
Como se acaba una vida…
Parece que fuera tuya… siempre y absoluta
Material de tus huesos
Quisiera dejar de escribir
Pero necesito seguir viviendo…
Acércate un poco… con tu sexo y tus ganas
Tu espalda es la mejor superficie para seguir en este escrito
Las letras aparecen y desaparecen en tu piel
Tú presencia como una iluminación, como una elegía
Siempre somos una oportunidad
Somos cartas de naipes
Somos trampas y aciertos
Déjame mostrarme y desaparecer
Solo imagen o un poco de luz…
Encontrarte en la esquina, en un restaurante o perdernos en una calle
Pensarte tomando mi cuerpo
Llevándome al infierno
Coloreando mi temperatura
Jugando a desaparecer mis miedos
Mi cuerpo en rojo
Tus llamas y experiencia en mi camino
Deslizándome y poco a poco
Absolutamente el destino
Te deseo, como a tu cuerpo, como a tu boca
Fúmame
Ayer quise estar en tus brazos